La psicología del color y la cromoterapia llevan años estudiando la influencia que ejercen los colores en el estado psicológico de las personas. Está demostrado que el uso de determinados colores o combinaciones de diferentes tonalidades provocan reacciones químicas en nuestros cerebros, afectándonos anímicamente.
Si estás pensando en dar un nuevo aire a tu hogar y convertir tu vivienda en un lugar que te produzca una mayor sensación de plenitud y serenidad, desde Cassa te daremos una serie de consejos en este artículo sobre cómo utilizar el color para lograr alcanzar dichos objetivos.
¿Cómo influye el color en las emociones?
El color es un lenguaje universal. No importa tu edad, sexo o país de procedencia para experimentar sus efectos. Si bien es cierto que el entorno sociocultural puede crear en el subconsciente determinadas reacciones, como pensar que el amarillo o el negro traen mala suerte, la realidad es que los efectos del color en las emociones se producen por motivos generalmente biológicos.
El color puede incluso activar el metabolismo, equilibrar el sistema nervioso o subir y bajar la temperatura corporal, por lo que averiguar cómo usarlo para mejorar nuestras viviendas y nuestro bienestar es una de las principales motivaciones que tenemos todas las empresas y personas que nos dedicamos a la decoración y el interiorismo.
También debemos recordar que todo en la vida es bueno en su justa medida, y con el color no podría ser menos, de ahí que su exceso o defecto pueda ser tan beneficioso como perjudicial. Por ejemplo, el color rojo aumenta nuestros niveles de energía, pero usado en demasía puede producir estrés.
¿Qué colores utilizar en el hogar para aumentar nuestro bienestar?
Lo primero a considerar es el tipo de habitación, ya que la función que desempeñamos en la cocina no es la misma que en el dormitorio o en el salón. Luego elegiremos un color predominante, que será combinado con otros. Nunca emplear un mismo color para todo por lo dicho anteriormente.
Verde
Es el color de la naturaleza, de los árboles, el césped..., lo que nos aporta paz y bienestar. El verde es ideal para un rincón del salón o del dormitorio de niños inquietos. También es un color que aumenta la concentración y la productividad, por lo que puede ser empleado en el despacho de la vivienda, si lo hubiere.
Rojo
Este color sube la energía y el estado de ánimo, por eso es el mejor remedio contra el cansancio, la apatía o la baja autoestima. Utilízalo en zonas en las que estés poco rato, o introdúcelo en detalles decorativos en vez de en las paredes.
Azul
El azul es el color de la calma. Sirve para relajar el sistema nervioso, disminuir la temperatura y presión arterial, ralentizar el ritmo cardiaco, la respiración… Es perfecto para zonas de descanso (preferiblemente azules tenues, no intensos).
Naranja
El naranja y sus derivados, como el mostaza o el ámbar, son colores acogedores que combinan perfectamente con otros como el marrón de la madera. Son ideales para usar, no en exceso, en salas de estar, fomentando la calidez y la conversación.
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